El
estrés puede afectar la mente y el cuerpo, incluso la salud bucal.
El
estrés se define como una respuesta fisiológica del cuerpo a situaciones o
problemas que pueden afectar negativamente la actitud o el organismo de una
persona.
El
estrés se divide en cuatro categorías: eustrés, distrés, hipoestrés e
hiperestrés.
El
eustrés es una forma de estrés positivo. Es un estrés motivador y permite que
la persona concluya su proyecto o trabajo.
El
distrés es un estrés negativo que afecta las personas a través del miedo,
frustración y a veces, la ira.
El
hipoestrés ocurre cuando alguien no está bajo estrés positivo y puede dar
origen a más problemas, produciendo tedio y desesperación.
El
hiperestrés es el resultado del estrés cuando alguien se esfuerza demasiado
para cumplir plazos.
Cuando
aparece el estrés, más personas son afectadas por hábitos poco saludables o
negativos que pueden influenciar su salud bucal, tales como el uso del tabaco y
el alcohol. Los factores de riesgo – tabaco y alcohol – pueden influenciar el
desarrollo de las enfermedades periodontales.
Un
estudio publicado en el Journal of Periodontology en 2007 mostró que el estrés
interfiere en la higiene bucal. 56% de los participantes del estudio afirmó que
el estrés había afectado su capacidad de cepillarse los dientes y usar hilo
dental.
La
hormona cortisol está presente en el estrés. El cortisol se acumula en niveles
crecientes y puede llevar a la enfermedad periodontal.
El
estrés puede afectar la salud bucal de las personas, causando los siguientes
problemas:
Aparición
de aftas – Aftas son pequeñas heridas en la boca causadas por virus, bacterias
y/o deficiencias del sistema inmunológico.
Disfunción
de la Articulación Temporo Mandíbular y/o Bruxismo – Las personas bajo estrés
pueden tener problemas que afectan la articulación temporomandibular (ATM), así
como rechinar y apretar los dientes (Bruxismo) durante el día o cuando duermen.
Boca
seca – El estrés puede afectar el nivel de salivación. Ciertos medicamentos
pueden tener influencia sobre el flujo salival.
Gingivitis
– Varios estudios muestran que el estrés puede afectar la capacidad de realizar
una buena higiene bucal y esto desencadena la aparición de inflamación gingival
(gingivitis).
Éstos
son algunos de los problemas que pueden ocurrir cuando el estrés está presente.
Consulte a su dentista (Mini Sonrisa Odontólogo Eliana Peña), si está pasando por cualquiera de ellos. Intente
aligerar el estrés ingiriendo una dieta nutritiva, durmiendo el número de horas
necesario por la noche y ejercitándose para reducir la ansiedad y la tensión
consecuentes del estrés.
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