Existen tres tipos de parálisis cerebral:
- La parálisis cerebral espástica, que cursa con rigidez y dificultades de movilidad.
- La parálisis cerebral atetoide (también llamada discinética), que cursa con movimientos involuntarios y descontrolados.
- La parálisis cerebral atáxica, que cursa con alteraciones en el sentido del equilibrio y en la percepción de la profundidad.
La parálisis cerebral afecta a la coordinación y al control muscular, de modo que hasta los movimientos más sencillos, como estar de pie, plantean dificultades. Otras funciones vitales que también implican la participación de la motricidad, como respirar, el control intestinal y vesical (o urinario), la alimentación y el aprendizaje también pueden verse afectadas. Esta afección no empeora con el tiempo.
Causas de la parálisis cerebral
Se desconoce el origen exacto de la mayoría de los casos de parálisis cerebral, pero muchos de ellos son consecuencia de problemas que ocurren durante el embarazo, en los cuales el cerebro se daña o no se desarrolla con normalidad. Estos problemas pueden deberse a infecciones, a problemas de salud de la madre, a un trastorno genético o cualquier otra cosa que interfiera en el desarrollo normal del cerebro. Los problemas que ocurren durante el parto y el nacimiento también pueden ocasionar parálisis cerebral en algunos casos, aunque solo se trata de casos excepcionales.Los bebés prematuros, sobre todo aquellos que pesan menos de 1.510 g (o menos de 3,3 libras) tienen un riesgo más elevado de padecer parálisis cerebral que los bebés a término; ocurre lo mismo en otros bebés de bajo peso natal y en los que nacen en partos múltiples, como los mellizos y los trillizos.
El hecho de sufrir lesiones cerebrales durante la lactancia o la primera infancia también puede evolucionar a una parálisis cerebral. Un bebé o un niño de menos de tres años puede sufrir daño cerebral a consecuencia de una intoxicación por plomo, una meningitis bacteriana o por recibir una alimentación inadecuada, al ser zarandeado cuando solo era un bebé (síndrome del bebé sacudido) o por sufrir un accidente de tráfico sin llevar una sujeción adecuada.
Nuestro Paciente presenta parálisis cerebral espástica, afectando solo a nivel motor, asi que es una dulzura de paciente y muy inteligente, no presenta lesiones cariosas ni restauraciones, se le realizó una limpieza y se tomaron impresiones, se decidió colocar un BIMLER A (Ortopedia funcional) para ir estimulando el crecimiento maxilar y mandibular, posicionar adecuadamente la lengua e ir alineando los dientes anteriores. la ortopedia funcional es un gran paso en el avance del tratamiento del paciente si es usado adecuadamente!
Od Eliana Peña
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